El ritmo extremadamente rápido con que se ha venido ratificando en el mundo entero la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI) es un testimonio de la preocupación de la comunidad in- ternacional por el tema, especialmente en un momento de rápida transfor- mación social y globalización, donde el patrimonio vivo se enfrenta a graves riesgos de deterioro, desaparición y destrucción.
Consciente de la necesidad de brindar herramientas a los Estados y en res- puesta a un contexto global que día a día presenta nuevos retos, la UNESCO ha puesto en marcha una estrategia global con vistas al fortalecimiento de las capacidades nacionales para la salvaguardia del PCI. Coordinada por la Sección del Patrimonio Cultural Inmaterial y en estrecha cooperación con las oficinas UNESCO y los Estados miembros de las distintas regiones, la estrategia aborda temas prioritarios de la aplicación de la Convención 2003. Para llevarla a cabo se han elaborado materiales de formación y se ha creado una red de casi ochenta expertos regionales encargados de contextualizar los contenidos a las realidades nacionales y de impartir la capacitación.
En dicho escenario se inserta “Patrimonio Vivo”, proyecto implementado en la sub-región por el Sector Cultura de la Oficina de UNESCO en Montevideo desde junio de 2012 y hasta febrero de 2014, gracias a la generosa contribución del fondo fiduciario del Japón para la UNESCO.
Argentina, Paraguay y Uruguay fueron los beneficiarios de la primera fase del mencionado proyecto, que buscó reforzar las capacidades humanas e institucionales de los tres países en relación con el PCI, así como promover la integración de la salvaguardia en las políticas culturales y de desarrollo en general.
Los conceptos básicos de la Convención 2003 y los desafíos de su imple- mentación a nivel nacional, el desarrollo de inventarios con base comunitaria y la preparación de solicitudes de asistencia internacional o expedientes de candidaturas a las listas de la Convención 2003 fueron los temas centra- les abordados por el proyecto, cuya gestión estuvo en manos del equipo del Sector Cultura de esta Oficina, bajo la supervisión del especialista de programa, Sr. Frédéric Vacheron, la coordinación general de la Sra. Gabriela Pacheco y la asistencia administrativa de la Sra. Corina Fugasot.
Representantes de la sociedad civil y gubernamentales, de las provincias del noroeste argentino (NOA), de la ciudad autónoma de Buenos Aires y del nivel nacional de Argentina, así como de Paraguay y Uruguay, fueron los par- ticipantes de las distintas instancias de capacitación. En ese sentido, cabe destacar y felicitar el compromiso y adhesión de todos los involucrados, los cuales se identificaron con el proyecto desde el inicio, permaneciendo activos y entusiastas. Dicha continuidad fue fundamental para alcanzar los objetivos planteados y permitió, entre otras cosas, la creación, desarrollo y permanencia de una red virtual de integración, intercambio y cooperación, denominada Red “Patrimonio Vivo” formada al día de hoy por más de cin- cuenta integrantes.
Del mismo modo, es importante subrayar el respaldo brindado por las au- toridades nacionales y locales de los tres países y agradecer el apoyo de la Secretaría de Cultura de la Nación Argentina, del Ministerio de Turismo y Cultura de Salta, de la Subsecretaría de Cultura de Santiago del Estero, del Ministerio de Cultura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y de la Se- cretaría de Cultura de Paraguay, en tanto anfitriones de alguno de los quince talleres realizados. La colaboración de todos los actores ha hecho posible que “Patrimonio Vivo” supere en el presente las expectativas planteadas y nos permita confiar que los resultados continúen multiplicándose en el futuro cercano.
En el marco de este vasto proyecto, es para mí un placer y un honor presen- tar esta publicación titulada “Inventario de seis milongas de Buenos Aires: experiencia piloto de participación comunitaria”. El rico material que aquí se presenta es el fruto de un intenso trabajo iniciado en abril de 2013 y que involucró a numerosos actores, entre portadores del tango, representantes de organizaciones no gubernamentales, de la academia y de instituciones estatales del ámbito nacional y local. Con la coordinación de la formadora UNESCO Mónica Lacarrieu y la consultora Leticia Maronese, este ejercicio buscó constituirse en una experiencia piloto de primera mano en la elabora- ción de inventarios de acuerdo a lo que estipula la Convención 2003.Tal cual su nombre lo indica, el ejercicio se concentró en seis milongas de la ciudad de Buenos Aires nucleando a la comunidad implicada a través de distintos niveles de participación.
Los invito a descubrir en estas páginas los fundamentos de este trabajo, así como los detalles del proceso, las dinámicas y metodologías generadas, las principales reflexiones y los resultados concretos. Es nuestro anhelo que la difusión de esta experiencia, inédita en muchos aspectos, sea de interés y utilidad para todos quienes de uno u otro modo trabajan en pos de la salva- guardia del patrimonio cultural inmaterial.
Antes de terminar, y para despedirme, quisiera reiterar el reconocimiento al gobierno de Japón por la valiosa contribución, gracias a la cual el proyecto “Patrimonio Vivo” en general, y este trabajo en particular, fueron posibles.
Muchas gracias
Jorge Grandi, Director
Oficina Regional de Ciencia de la UNESCO para América Latina y el Caribe Representación de la UNESCO ante los gobiernos de Argentina, Paraguay y Uruguay